EL RETO
El síndrome de “algún dia” está siempre presente; soñamos y deseamos intensamente algo que nos hace brillar los ojos por un momento y es apagado por esa frase “algún día lo haré”.
Lograr que lo queremos ser, jamás lo lograremos sin arriesgarnos, la vida, la verdadera vida no se vive en un lugar seguro se vive llena de retos.
Un verdadero reto nos transforma nos hace crecer, cambia nuestras creencias, ya que hay una gran diferencia entre enfrentar un verdadero reto y limitarse simplemente a marcar en tu agenda diária lo que hemos realizado en relación con las expectativas de otros, en base a metas.
METAS vs RETOS
Fijar una meta no te exige lo mejor, por el contrario un reto es algo que nos obliga a esforzarnos y lleva nuestras habilidades al máximo.
Pensar con base en metas, es pensar en el destino al que queremos llegar en lo que pretendemos obtener. Pero cuando se piensa en términos de reto nos inspiramos en ideas acerca de nuestro viaje, es algo que tiene que ver con dar más de nosotros mismos.
El estrés que muchas veces sentimos, rara vez está relacionado con un verdadero reto con el tipo de reto que nos hacen sobrepasar el máximo de nuestras habilidades y nos hace sentir comprometidos y más capaces, la mayoría del estrés de hoy proviene de la distracción y la postergación, por ello terminamos abrumados y cada vez con más cosas por hacer de manera urgente.
Si desea volver a sentir el entusiasmo, el compromiso y el progreso a su vida, tiene que activar el impulsor del reto
Aquí tres activadores a tomar en cuenta para desarrollar este impulsor:
Activador #1: Elija retos que le representen satisfacción
La elección de buenos retos que nos produzcan compromiso y satisfacción total para nuestras vidas, tienen cinco cosas en común:
1°) Singularidad de enfoque: Son actividades lo suficientemente fuertes, que requieren nuestra total atención y concentración, tanto mental como física, que uno siente que tiene que hacer en ese preciso momento en ue damos los pasos para conseguirlo.
2°) Esfuerzos y capacidades que van más allá de los habituales y nos obligan a desempeñarnos a un nivel mayor y a llevar nuestras fuerzas más allá del límite, superar nuestras capacidades actuales y nos obligan a comprometernos plenamente y a crecer. Es importante empezar eligiendo retos que nos lleven un poco más allá de nuestra zona de confort, para de a poco ir ampliándola, y poder aceptar retos cada vez más grandes.
3°) La capacidad de calificar el desempeño: sabemos como lo estamos haciendo por medio de la autoevaluación o a través de la retroalimentación de terceros. Nos motiva más ver los resultados, para evaluar el progreso o corregirlo a medida que avanza.
4°) Los retos satisfactorios permiten una sensación de logro: Tener metas en mente y la creencia en una recompensa son increíblemente importantes para soportar el esfuerzo que requiere cualquier reto.
5°) Los retos que nos animan son los que nos permiten compartir la experiencia y el logro: llegar a la meta tras un gran esfuerzo compartido, abrazarse y festejar con sus amigos en el momento y luego poder relatar esa experiencia con sus dificultades, penurias y lucha para alcanzar la victoria, es una sensación imborrable que activa ambos hemisferios del cerebro y nos llena de satisfacción y además hace vivir intensamente esa experiencia a otras personas que no participaron de ella.
Activador #2: Céntrese en el Viaje y no le tema al rechazo
La mayor parte de las veces las personas van tras los resultados. Vamos al colegio y vamos a la Universidad para obtener una buena nota y un buen trabajo que nos permita satisfacer nuestros deseos de más dinero, riqueza, poder, posición social, logros, acumulación; estas osn recompensas extrínseca. Pero las recompensas extrínsecas no nos satisfacen realmente
Todos esos deseos nos entusiasman solo por algún tiempo, y luego nuevamente caemos en el pozo sin fondo de más y más deseos, y luego no sentimos nada por haberlas logrado. Para evitar esto, tenemos que enfocarnos en el recorrido, más que en el destino, disfrutar cada momento, vivirlo y aprender de él, de sus esfuerzos, nuevos conocimientos, destrezas y capacidades que vamos adquiriendo en el camino.
La realidad es que no aceptamos retos más grandes por miedo a fallar y al qué dirán, el rechazo social. Pero verdaderamente debemos enfrentar estos miedos, porque en realidad si analizamos en nuestra vida en promedio vamos a ser rechazados en forma dolorosa muy pocas veces y cientos o miles de veces recibimos apoyo, respaldo, entusiasmo. De manera que debemos enfocarnos en estos últimos, y no en ese número insignificante de negativos que pretendieron bloquearnos, detenernos, lastimarnos (el poder de que lo logren solamente nosotros podemos dárselo), de manera que ignorémos a esa personas negativas y lo único que podemos hacer en estos casos es que tengamos lástima por ellos.
Seamos positivos y recuerda que hay miles de personas que quieren que nos vaya bien!!
Activador #3: Fíjese Retos Mensuales de 30 días
No importa caerse de narices miles de veces, hay que hacerlo con una actitud alegre, sabiendo que al menos aprendemos al caer. Para aprender cada vez más, estimularnos y disfrutar el reto, debemos fijarnos retos mensuales. Por ejemplo practicar un nuevo deporte, aprender una nueva habilidad, emprender un gran proyecto creativo, mejorar la capacidad de saber escuchar. Es recomendable que programe sus retos para todo el año, una por cada mes.
Pero establezcamos retos reales, que nos hagan sentir algo, que nos exijan a esforzarnos personalmente, socialmente, en causas que contribuyan al mundo y nos conviertan en seres humanos más fuertes y mejores, con más tolerancia, comprensión y sabiduría.
Debemos vernos como verdaderos visionarios, que sienten que pueden cambiar el mundo, mientras el resto de la sociedad se entierra en rutinas de resignación.
Decidamos ser parte de la solución. Seamos parte de una comunidad de personas comprometidas para aliviar las necesidades más apremiantes de nuestro mundo. Para sentirnos más satisfechos con nuestras vidas, tendremos que sentirnos más satisfechos con el mundo.
Ideas tomadas de las enseñanzas de Brendon Burchard
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