Nunca es tarde para aprender y encontrar nuevas oportunidades.
Hace tres años deje de laborar, mi vida de empleado llegaba a su fin, y ante mí se presentaba un camino de incertidumbres: o continuaba en el mismo camino buscando otro trabajo similar al que había tenido u optaba por algo nuevo para buscar nuevas oportunidades y nuevas experiencias, opte por el segundo camino y abrí nuevas puertas, si bien no ha sido un camino fácil, sabía que había abierto nuevas puertas, aunque pequeñas pero estas a pesar de ser pequeñas pueden conducirte a grandes ambientes, y esto es lo que ocurrió ya que ese andar me llevo a un mundo nuevo, repleta de nuevas oportunidades y sobre todo realizar acciones que me permiten ayudar a que otras personas crezcan, en estos 3 años culmine mi nueva profesión de Consejero Logoterapeuta e ingrese al alucinante mundo de los emprendimiento en Internet, encontré y conocí nuevas personas que me ayudaron y enseñaron cosas nuevas.
Si miro hacia atrás, encuentro que lo que sucedió hace tres años en que deje la Empresa en la que labore por 26 años, era en definitiva un regalo que la vida me estaba dando, ya que quizás nunca habría aprendido lo que hoy día Sé y lo que hoy le doy al Universo.
Entonces, quizás al igual que muchas personas pasaba la mayor parte del tiempo dejando escapar, entre los dedos muchas y variadas oportunidades que surgen delante de nosotros.
No importa la edad , pero debemos vivir con ojo aguzado, la mirada fija en la dirección que la realidad nos va creando con el fin de aprovechar al máximo las posibilidades que repentinamente la vida nos coloca delante de nosotros, ya que estas simplemente aparecen, cada oportunidad que dejamos pasar es un puerta que se nos cierra
Es común que dejemos escapar las oportunidades, simplemente porque estas irrumpen de manera demasiado pequeñas; es como si para nosotros les faltara estética y grandeza para llenar las expectativas de lo que andamos buscando y nos ponemos juzgar la oportunidad sin vivirla y emitimos juicios de valor sobre algo que nos disfrutamos y despreciamos lo pequeño porque anhelamos algo mayor, y la mayoría de las veces continuamos esperando, esperando hasta Dios sabe cuando.
Las pequeñas puertas que nos da la vida no deben de pasar inadvertidas, son ellas las que nos van a conducir hacia los grandes espacios; el atrevernos a aceptar a descubrir lo que existe detrás de las pequeñas puertas tiene que ver con nuestra actitud, por pequeña que sea la oportunidad que se me presenta, en esos momentos es mi única oportunidad y por pequeña que se muestre la puerta solo podre explorar lo que hay detrás de ella si entro.
Cuantas oportunidades en la vida hemos perdido por esperar; quizás todavía estés esperando esa oportunidad grande cuando quizás muchas de las pequeñas puertas te podrían haber conducido hacia eso que la vida te está pidiendo y para que muestres la mejor versión de tu lado humano.
No importa la edad que tengamos, diariamente la vida se encargará de ponernos frente a nosotros miles de oportunidades, solo debemos ser capaces de poder visualizarlas, pero el secreto quizás este en nuestra actitud que tengamos ante las puertas pequeñas, abrirlas e ingresar y descubrir ese nuevo ambiente. Recuerda que muchos no exploran la inmensidad de de la vida porque consideran demasiado pequeña la puerta de entrada, pero solo podremos disfrutar de sus dones y de su abundancia cuando nos atrevamos abrir esas pequeñas puertas que tenemos en estos momentos delante de nosotros.
Recuerda no importa la edad, las oportunidad están allí, ten el coraje de abrir esa puerta que hoy la vida te ofrece sin prejuicios, y dominado tus miedos da ese paso nuevo que la vida te pide.
Para acabar este post te dejo una reflexión final de un autor desconocido:
“La gran defensa contra la vejez es la capacidad que aún tenemos de creer en nuestros sueños.
Nada hay tan real como un sueño: es el camino que existe entre lo que somos y lo que deseamos ser.
La realización de una vida no es el dinero, ni el poder. Es la alegría!!.
El sueño es aquello que nos unirá, en el futuro, con la persona que somos en este instante –joven y llena de esperanza-. Agarremos, pues, esta bendición con toda la fuerza que podamos. Y trabajemos por ella. De esta manera, puede que envejezcas, pero nunca serás un viejo”.
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