“Más sabio es el que sabe que no sabe”
Sócrates(470-399 a de C.) es uno de los personajes más enigmáticos de la historia de la Filosofía. No escribió nada en absoluto, y sin embargo es uno de los Filósofos que más ha influenciado en el pensamiento Europeo
Es un personaje enigmático, y lo que se conoce de él nos ha llegado a través de Platón, quien fue uno de sus alumnos. No podemos estar seguro que las palabras que Platón pone en boca de Sócrates sea el 100% real, pero este problema también surge con otro gran personaje como fue Jesucristo.
La propia esencia de la actividad de Sócrates es que su objetivo no era enseñar a la gente. Daba más bien la impresión que aprendía de las personas con las que conversaba. Al principio solía implementar preguntas, dando a entender que no sabía nada. En el transcurso de la conversación, solía conseguir que su interlocutor viera los fallos de su propio razonamiento y consiguiera ver lo que era bueno y lo que era malo.Se dice que la madre de Sócrates era Comadrona, y Sócrates comparaba su propia actividad con el arte de la comadrona. No es la comadrona la que pare el niño, simplemente está presente para ayudar en el parto. Así Sócrates consideraba su misión ayudar a las personas a parir la debida comprensión. Porque la verdadera comprensión debe de salir del interior de cada uno. Solo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento.
Sócrates en su proceso de conversación se hacía el ignorante, es decir, aparentaba ser un tonto. A esto le llamamos la “Ironía Socrática”
No consideramos a Sócrates el padre del Coaching, ya que él sí sabía hacia donde quería llevar a la persona. Pero podemos considerar a la Mayéutica Socrática como el primer antecedente del Coaching, porque Sócrates, a través de preguntas reveladoras, orientaba a sus interlocutores en la búsqueda de la “verdad”, exponiendo las bases de sus falsas creencias. Lo cierto es que así como él, los Coaches “ayudan a que sus clientes examinen sus vidas para que merezcan ser vividas”. A través del Arte de la Mayéutica, el cliente encuentra su verdad o la verdad. Así como lo indicaba Sócrates, no existe el enseñar, sino solo el aprender, y este surge solo reconociendo que el conocimiento no está en el Coach, sino en las propias personas.
Otra influencia propia de la filosofía Socrática, es que ayudamos a que nuestros clientes en ciertos momentos sean conscientes de sus incompetencias, para luego estar en mejor posición frente a la consecución de sus objetivos. Saber que no sabemos nada, es siempre un punto de partida imprescindible de la buena práctica del Coaching.
Sócrates también pensaba que era imposible ser feliz si uno actúa en contra de sus convicciones. Para el caso de hoy, el Coach debe de ayudar a su cliente a definir sus valores y actuar basándose en estas definiciones, ya que al final sus valores serán la energía que necesita para ir en busca de sus objetivos.