Existen dos clases de personas: aquellas que le dicen sí a la vida, a pesar de los reveses que conlleva y las que le dicen no…, pese a las cosas buenas que les pasan. La gente que dice sí, se siente usualmente satisfecha y feliz; los que siempre dicen no, por lo general están enajenados, frustrados y vacíos.
Un alto porcentaje de las personas, cae entre estos dos extremos, cada uno de nosotros ha modelado sus actitudes a partir de experiencias de su niñez, y a lo largo de la vida puede haber cambiado de actitud. Algunos han logrado cambiar con ayuda de la religión, otros por medio de la filosofía, y otros con el apoyo de la Psicología, o incluso con el Coaching.
Viktor Frankl, el padre de la Logoterapia, nos indica que la clave para adoptar una visión positiva de la vida, es que se debe de tener el convencimiento de que ésta tiene sentido en cualquier circunstancia, y que todos tienen la capacidad de encontrarlo. Si uno le encuentra sentido de vida, a su existencia, podrá sobreponerse a las enfermedades y golpes del destino.
Encontrarle sentido a la vida es la manera más segura de sobreponerse a la alienación, la duda, la desesperación, lavacuidad, y de la sensación de que no se están aprovechando todas nuestras potencialidades.
Si te decides ahora a buscar el sentido de tu vida debes de enfrentarte a estas tres preguntas: ¿Qué es ese sentido que se está buscando?, ¿Cómo se puede encontrar?, ¿En dónde?.
¿Qué es El Sentido?
Primero tenemos que entender que el sentido se presenta en dos niveles: El sentido último y el sentido del momento.
Cuando buscamos el sentido último, estamos conscientes de que en el universo hay un orden, y que nosotros formamos parte de ese orden. Si somos religiosos, percibiremos ese orden como algo divino, si se és humanista, lo ubicaremos en términos de las leyes de la naturaleza y de la ética; un artista podrá visualizarlo en la armonía, etc.
el sentido último
El sentido último, el sentido de la vida, es inaccesible para uno. Es como el horizonte; se intenta llegar a él, pero nunca se alcanza. El sentido último es una cuestión de fé, de aceptación, y de experiencia personal. Se puede vivir con el sentimiento de ser parte del sistema de la vida, o como si ésta fuera algo caótico y uno se sintiera víctima de sus caprichos, (cada Ser humano elige su posición en el cosmos).
Pero también hay un segundo nivel de sentido que se puede lograr, y en realidad, deberá ser para orientarse en verdad hacia una existencia plena, a esto Frankl lo llama el “sentido del momento”. Él mismo establece que cada ser humano es un individuo extraordinario que transita por la vida en medio de una serie de situaciones únicas, y que a cada momento ofrece un sentido que satisfacer, una oportunidad de actuar en forma significativa. De experimentar y sobre todo decidir libremente la actitud que tomará ante las circunstancias que le pone la vida.
Aquí, si la persona tiene conciencia de sentido último será capaz de dar respuestas significativas a las oportunidades del momento, porque cuenta con la brújula interna que nos orienta hacia el sentido.
¿Cómo encontrar el sentido?
Los Filósofos existencialistas franceses Sartre y Camus, sostienen que la vida no tiene sentido, y que los seres humanos son lo que deben de preocuparse por dar sentido a sus vidas. Los existencialistas alemanes, incluyendo a Viktor Frankl, afirman que el sentido existe y que es uno mismo el que tiene que descubrirlo. El Ser humano no escoge ni decide su sentido que mejor le acomode. El ser humano va a percibir la vida como un rompecabezas dentro del cual se oculta una imagen que tendrá que descubrir. Uno tiene que analizar la vida de la misma manera que analiza un rompecabezas, hasta que descubra su sentido.
¿Cómo se puede saber cuál de las diversas alternativas que ofrece un momento en particular es la que tiene significado para el individuo?
Nunca puede estar seguro. Pero con ayuda, cada uno puede encontrar la que tiene más sentido para él. Aunque no se haya estado nunca en la situación específica en que te encuentras en este momento, millones de seres a lo largo de millares de años pasaron por circunstancias similares y encontraron respuestas significativas, y lo podemos encontrar en los grandes hombres y mujeres que nos legaron su ejemplo, como Ghandi, La Madre Teresa, etc… Es a partir del estudio de esas experiencias que se han venido definiendo los valores como sentidos de validez universal.
Aunque la mayor parte de los valores cambien lentamente, algunos considerados como fundamentales, nunca lo hacen.
Los valores y el sentido personal son prescripciones para la salud. Los significados que se crean sin responsablidad tienen por consecuencia las Neurosis , la depresióny el suicidio.
Cada momento ofrece un sentido y la respuesta que damos lo hacemos escuchando a nuestra conciencia, para la Logoterapia esta conciencia es eminentemente personal, es como una varita mágica que ayuda a encontrar un sentido específico para cada situación en particular.
¿Dónde encontrar sentido?
El sentido esta en todas partes, pero solo adqurimos conciencia de ello cuado sintonizamos con él. Es como una especie de radio que va a captar la señal de las ondas que ya están en el espacio, pero que no lo escucharemos si no contaramos con este radirecceptor.
Para la Logotrapia cada ser tiene su receptor para sintonizarlo con sentido, y para V. Frankl es el Espíritu Humano el instrumento para encontrar el sentido de vida. Pero primero tenemos que darnos cuenta que contamos con un espíritu y que debemos aprender a utilizarlo.
Lo espiritual es lo especificamente humano y es la esencia del ser humano. Tenemos una parte biológica susceptible a enfermar, y una psique que puede sufrir perturbaciones, pero el espíritu es el núcleo saludable.
La psique es manipulado por las emociones el instinto y las necesidades. En el lado espiritual el ser humano es el conductor, toma las decisiones sobre lo que debe de hacer con motivaciones, con las circunstancias en las que se encuentra. El espíritu es el área de libertad pero con responsabilidad.
Para llevar una vida plena debemos de ser consciente que todos tenemos ese tesoro con nosotros que es nuestra parte espiritual, y que debemos de utilizar todo lo que nos puede dar.
Ref: Mis apuntes de clases, y “Señales del camino hacia el sentido”, de Joseph B Fabry
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