Para Frankl, “la Logoterapia y el Análisis Existencial son las dos caras de una misma teoría. Es decir, la Logoterapia es un método de tratamiento psicoterapéutico, mientras que el Análisis Existencial representa una orientación antropológica de investigación”.
El “logos” hace referencia al “sentido”, al “significado”: algo que el ser humano busca siempre frente a las circunstancias del destino, la vida, la muerte, el amor, el dolor.
El “logos”, según Frankl, tiene que ver con la parte noética, espiritual, que se distingue de lo “psíquico”. De esta forma, Logoterapia quiere indicar terapia por medio del “sentido” o del “significado”.
La Logoterapia pertenece más a un enfoque o actitud de tipo existencial-humanista y se considera más como un complemento de la psicoterapia en general y no tanto como otra escuela.
El Análisis Existencial, la otra cara de la misma teoría es un intento de crear una antropología como base para una psicoterapia: “No existe psicoterapia sin una concepción del hombre y sin una interpretación del mundo”. Siempre, el terapeuta tendrá una cosmovisión consciente o inconsciente. Para Frankl, es más conveniente que dicha cosmovisión y antropología sean explícitas y conscientes. Más adelante, se profundizará en la antropología frankliana. La Logoterapia se puede dividir en dos clases: Logoterapia específica y no específica.
La Logoterapia específica trabaja con las dificultades de tipo “crisis existencial”, “vacío existencial”, “falta de sentido de la vida”.
La problemática del sufrimiento y la de las personas con enfermedades “terminales” es abordable con esta clase de Logoterapia. De igual manera la neurosis “noógena”, aquella que surge cuando hay un “choque de valores”, “conflictos éticos”, “conflictos espirituales” puede afectar la dimensión psicológica o biológica de la persona.
Para aplicar la Logoterapia específica, el terapeuta debe, en gran medida, compartir las bases filosóficas y antropológicas que plantea Frankl, ya que sin ellas es difícil lograr el objetivo de “acompañar a la persona en la búsqueda de “sentido de la vida”, “significado del sufrimiento”, ayudándole a descubrir “valores” o significados ligados a una situación específica, asumiendo también actitudes adecuadas y realizando elecciones responsables”.
La técnica o vía para trabajar en este tipo de Logoterapia es el “diálogo socrático”, derivado de la mayéutica, acerca del cual Viktor Frankl y su discípula, la psicóloga alemana Elisabeth Lukas dan orientaciones o pautas.
La Logoterapia no específica se emplea en las dificultades clásicas de las obsesiones, obsesiones-compulsiones, fobias y problemas sexuales. En general, la casuística sobre las diferentes patologías en las que se utiliza esta clase de Logoterapia es muy amplia.
Las técnicas más empleadas son la intención paradójica y la derreflexión, de las cuales, al igual que del diálogo socrático se hablará más adelante.
Para terminar esta primera parte que trata de las características generales de la Logoterapia, es importante recordar la síntesis que Fabry plantea al decir que la Logoterapia se funda en tres principios:
1) La vida tiene sentido en todas las circunstancias.
2) El hombre es dueño de una voluntad de sentido y se siente frustrado o vacío cuando deja de ejercerla.
3) La persona es libre dentro de sus obvias limitaciones, para consumar el sentido de su existencia.